Coneval, autonomía en jaque: ¿adiós a la transparencia social?

Por Jaume Osante.
Después de dos décadas vigilando la pobreza y evaluando programas sociales con rigor técnico, el Coneval está por desaparecer. Su extinción fue aprobada el 23 de junio en la Cámara de Diputados —353 votos a favor, 126 en contra— y ahora sus funciones se transferirán al INEGI . Un golpe duro al principio “lo que se mide, se puede mejorar”.
El Coneval definía metodologías sólidas para medir la pobreza y evaluaba —con transparencia— si los programas públicos realmente cumplían. Gracias a sus informes, como el de 2022, supimos que 46.8 M de mexicanos viven en pobreza . Con su desaparición, se corre el riesgo de que la autonomía e independencia de estas cifras se diluyan. El INEGI carece de atribuciones legales y no tiene garantizado el mismo nivel de escrutinio .
El personal del Coneval quedará desvinculado; sólo quienes el INEGI considere podrán permanecer, sin certeza sobre su futuro . Se argumenta que centralizar evitará “duplicidad” y reducirá costos, pero lo que se pierde podría ser invaluable: el espejo que nos demuestra dónde fallan las políticas sociales.
En mi opinión, esta reforma deja un vacío crítico: al concentrar el control, se erosiona la rendición de cuentas y se tuerce el rumbo social. México merece datos íntegros, evidencia imparcial y la certeza de que sus necesidades no se medirán con reglas partidistas, sino con principios técnicos y de justicia social.