Un hospital que debió llegar antes: la salud no puede esperar más

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Por: Jaume Osante

La visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Ciudad Madero para constatar los avances del nuevo hospital civil no es solo un acto protocolario: es un recordatorio de lo que se debe y de lo que se puede hacer. Una deuda arrastrada desde 2016 (repleta de promesas rotas, corrupción y abandono) parece, al fin, estar por saldarse.

 

El hospital, con un 85% de avance y promesa de inauguración ppr parte del gobernador del estado Américo Villarreal, para el 15 de diciembre, representa más que concreto, ladrillos y adornos bonitos: es un símbolo de justicia social para una región históricamente marginada en infraestructura médica por décadas. Que la presidenta haya elegido al sur de Tamaulipas como uno de sus primeros puntos de supervisión no debe pasar desapercibido. Y promete volver.

 

La instalación de una unidad oncológica es un paso esperanzador. Para muchas familias, evitar el traslado a Monterrey o Ciudad Victoria es más que comodidad: puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para muchos.

 

Eso sí, queda pendiente la fase de equipamiento, y ahí es donde muchas veces se empantanan los proyectos. El discurso de transformación debe traducirse en quirófanos operando y médicos atendiendo.

 

La salud no puede seguir siendo rehén del discurso. Que esta vez, la palabra se cumpla. Porque un hospital terminado no salva vidas… uno funcionando sí.

¿Usted que opina?