Comerciantes de mariscos enfrentan la creciente y la caída de ventas sin perder la esperanza
Por: Sandra Sosa
En medio del agua, el lodo y la incertidumbre, los comerciantes del tradicional mercado de mariscos conocido como “La Puntillita” siguen luchando por mantener vivo su negocio, que durante más de tres décadas ha sido parte esencial y económica de Altamira.
Las recientes lluvias y el desbordamiento de la Laguna de Champayán obligaron a los locatarios a reubicarse de emergencia desde el domingo pasado, sin embargo, para muchos la crisis comenzó un día antes, cuando los primeros puestos comenzaron a inundarse, destacó Jersson Madrid, oferente.
“Somos 22 locales, pero solo 15 decidimos seguir trabajando en este espacio provisional, a un costado de la Puntilla. Hay compañeros que ya no pudieron regresar porque el agua les ganó”, relata Gerson, comerciante con 30 años en el negocio del marisco, heredado de su padre.
La afectación no solo es física, también económica, se estima que sus ventas han caído alrededor de un 40% en los últimos días.
“Sí vienen clientes, pero son los de siempre, los de años, hay gente que cree que ya no estamos vendiendo, nos ayuda mucho que las redes sociales informen que seguimos activos”, dijo.
Los clientes habituales,muchos de ellos dueños de restaurantes, también enfrentan dificultades, pues varios negocios establecidos en las orillas de la laguna tuvieron que cerrar temporalmente, golpeando toda la cadena económica local.