Con presión y palabra: el agua volvió a San Ángel

Las calles del fraccionamiento San Ángel, al sur de Altamira, amanecieron con una presión distinta. No sólo en sus tuberías, sino en el ánimo de sus habitantes. Después de semanas con baja presión en el suministro de agua, este martes la esperanza llegó en forma de caudal. El alcalde Armando Martínez Manríquez, acompañado del gerente de COMAPA Altamira, recorrió la zona para constatar lo que muchos ya celebraban desde la madrugada: el agua había regresado.
“Me da gusto volver y cumplir”, dijo el edil, como quien reconoce que la palabra también se rinde cuentas. Con la interconexión de una nueva línea y la instalación de válvulas, la presión subió de un triste 0.3 a un robusto 1.3. Técnicamente eso significa duchas normales, ropa lavada sin angustias y cubetas llenas sin espera.
Pero el gesto fue más allá del servicio público. Ese mismo día, en una zona afectada por un incendio, se entregaron lavadoras y un calentador. Agua y alivio, en un solo acto.
Horas después, en Ciudad Victoria, el mismo alcalde reafirmó su compromiso con la transparencia.
Dos frentes, una lógica: servir con presión… y con precisión.