Larga batalla de una migrante tamaulipeca por recuperar su casa invadida

IMG-20250707-WA0015

Sandra Sosa

 

Una década de resistencia, silencio institucional y abuso de confianza culminó este domingo con la recuperación de una vivienda invadida en el fraccionamiento Vista Bella, en Tampico.

 

Mayra Sierra, migrante que salió del país hace 23 años, fue víctima de una invasión silenciosa y prolongada, propiciada por lazos familiares y una justicia lenta.

 

Lo que parecía una visita rutinaria para revisar su casa, se transformó en una pesadilla legal de más de 12 años, en la que sus intentos por recuperar el inmueble fueron ignorados, la distancia y limitación de recursos económicos y la falta de atención de las autoridades, detalló.

“Mi cuñada metió a sus hermanas a vivir aquí, asegurando que pagarían renta, Nunca lo hicieron, cerraron la puerta, se escondieron y se quedaron como si fuera suya”

relató mientras observaba el camión de mudanza retirarse finalmente de la calle 14 de Febrero.

 

La historia de Mayra no debe ser la única, representa a cientos de propietarios que, al emigrar o ausentarse por periodos prolongados, se convierten en blanco de invasiones disfrazadas de “favores familiares” o simple abuso de confianza.

 

Durante los primeros años, Mayra intentó resolverlo por las buenas, señaló que no hubo respuesta.

La vivienda era su único patrimonio en México, y por años quedó secuestrada por el silencio legal.

 

Fue gracias a las redes sociales, y no al sistema judicial, que su caso cobró visibilidad. Los videos publicados por sus hijos provocaron una ola de solidaridad entre vecinos, quienes acompañaron y protegieron el proceso de desalojo.

“No pedíamos más que respeto. Esa casa es de mis hijos. No es justo que cualquiera entre y se quede como si nada”, dijo.

El inmueble, lo encontró en condiciones deplorables, no sabe si podrá rehabilitarlo pronto, pero tiene claro que nadie más lo ocupará sin su consentimiento.