UAT honra a sus pilares: docentes con historia, vocación y huella eterna

Las universidades no se sostienen solo con edificios o planes de estudio. Se construyen, día a día, con las manos, la voz y el corazón de sus docentes. La Universidad Autónoma de Tamaulipas lo sabe, y por eso reconoce con justicia a quienes han entregado su vida a la formación de generaciones. En su Asamblea Universitaria Solemne, se rindió homenaje a 165 académicos cuya trayectoria oscila entre 15 y 45 años de servicio. Un tributo que más allá de las medallas o los estímulos, representa gratitud institucional hacia quienes han hecho de la docencia un acto de fe diaria.
La figura del Dr. Fidel Infante Rodríguez, con 31 años de trayectoria y una labor tangible en nutrición avícola, ejemplifica esa mezcla de rigor, vocación e impacto social que debe inspirar a las nuevas generaciones. Igualmente emotivo fue el homenaje póstumo al Dr. Juan Plutarco Arcos Martínez, quien no solo enseñó derecho, sino lo vivió y transformó.
Que estos reconocimientos no se limiten a la ceremonia. Que se traduzcan en mejores condiciones laborales, en escucha activa y en apoyo continuo. Porque quien educa con pasión, transforma vidas. Y esa es, al final, la misión más noble que puede tener una universidad pública.
Dámaso Anaya Alvarado
Familia UAT