Estudiante de la UAT produce bioetanol a base de frutas
- Primer proyecto surgido del nuevo club de investigación en la Prepa Mante.
Por curiosidad, estudiantes de la Escuela Preparatoria Mante de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) crearon el club de investigación científica, de donde han surgido ya excelentes trabajos, dignos de premios regionales, tal como el proyecto que busca obtener bioetanol a partir de frutas.
Al respecto, el creador del club de investigación científica y del proyecto “Bioetanol a base de frutas”, Adonis Alberto Mendoza Conde, refiere que a través de este espacio creativo, y con el apoyo de la dirección del plantel, se está promoviendo la cultura de la investigación entre el estudiantado del plantel universitario.
De su trabajo como investigador, dice que busca llegar a comercializar algún día la nueva forma de obtener combustible a través de fuentes limpias.
“El proyecto es Bioetanol a base de frutas y se está realizando a través del club de investigación, que a su vez busca promover la investigación científica y que los estudiantes puedan desarrollar cualquier tipo de proyecto”.
“El proyecto consiste en obtener etanol (alcohol) como una nueva forma de combustible alterno, para poder luego industrializarlo y comercializar”.
Explica que luego de experimentar con diferentes proyectos que eran alternos a los combustibles fósiles, iniciaron con una hidrólisis, “que es la obtención del hidrógeno de la molécula del agua, la obtuvimos y nos percatamos de que sería mejor un combustible líquido más fácil de aplicar en un motor”.
“Entonces optamos por la fermentación de frutas, como es el caso del Mante, un fruto muy característico de la región centro de Tamaulipas. Sabemos que en Brasil obtienen el etanol de la caña, pero en la región de El Mante, la caña es de interés económico, entonces no se puede destinar a otros usos, entonces pensamos en el fruto Mante por sus propiedades, y nos ha dado muy buenos resultados”.
En sus proyecciones, el joven investigador ha calculado que es posible aplicar su proyecto en la realidad, “mi meta es llegar a aplicar este proyecto en un motor y que instituciones científicas y educativas me avalen el trabajo en su calidad y llegar a comercializarlo. Y en el plano personal, me gustaría estudiar bioquímica”.
Por su parte la asesora, Fabiola Sánchez Balderas, refirió que el club de investigación fue a iniciativa de los propios estudiantes: “Son jóvenes que siempre están buscando soluciones alternativas a los problemas que ven en su entorno y en el tema de los combustibles, hay mucho en que trabajar y por ello estamos haciendo esfuerzos como este”.